Bajar de peso es una batalla que libran millones de personas cada día. Si tú eres una de ellas, es probable que hayas probado todo tipo de planes de dietas sin éxito. No te preocupes, no eres el único. Hay tantas dietas milagro, consejos para perder peso, pautas para comer sano y mitos como el de no beber vino tinto, que es complicado saber quién da el más apropiado y cuál nos funcionará mejor.
Desde LuminaBlog queremos ayudarte a que consigas tus objetivos, ¡y mucho más ahora que el verano se acerca! Eso sí, no vamos a mentirte, los milagros no existen. Las dietas para adelgazar deben basarse en una alimentación equilibrada y los resultados son paulatinos y, en ocasiones, lentos. Esta es la mejor opción, ya que las dietas para perder peso y volumen rápido, al final suelen tener un efecto rebote, es decir, que recuperamos más de lo que perdimos. Por ello, aquí tienes los consejos y trucos definitivos para comenzar una dieta exitosa.
Márcate un objetivo
Lo primero es saber cuánto queremos perder y en cuánto tiempo. Este debe ser un objetivo realista y fácil de conseguir. No esperes que esas dietas que prometen resultados rápidos y sin esfuerzo funcionen. Recuerda que por encima de todo debe estar tu salud, así que no te la juegues. Lo mejor es que pienses a largo plazo, conseguir unos habitos de alimentación y vida saludables que puedas mantenerlos en el tiempo. De esta manera puede aumentar tu motivación y no te agobiarás tanto por los kilos que debes perder, sino por sentirte sano y bien.
No te obsesiones
Caer en el error de pesarnos a cada rato para saber si lo que estamos tiene resultados, es muy sencillo. ¿Por qué decimos que es un error? Porque el peso es voluble y va cambiando mucho a lo largo del día, pudiendo subir y bajar más de un kilo o dos. Si nos pesamos muchas veces y pensamos que algo que hemos comido o hecho nos ha engordado tanto, no hará más que desanimarnos y nos rendiremos.
Además, hay ocasiones en las que es posible que no bajemos de peso, pero sí de volumen. De ahí que digan que la mejor báscula es la ropa. Lo más recomendable es que te peses cada semana y siempre a la misma hora: por la mañana, desnudo y en ayunas. Así sabrás exactamente cómo va el nuevo estilo de alimentación que has comenzado.
Come varias veces al día
Esto no es algo que digamos nosotros, se trata de un hecho comprobado científicamente: el metabolismo se acelera cuando lo ponemos a trabajar. Es decir, cuántas más veces comamos al día, más trabajará y más rápido va a quemar la grasa.
Aunque muchas personas evitan una comida como el desayuno o la cena, esto no es saludable ni nos ayuda a bajar de peso. ¡Todo lo contrario! El metabolismo se ralentiza y nos costará mucho más quemar las calorías ingeridas. De hecho, incluso podría llevarnos a episodios de hambre voraz en los que nos damos atracones, normalmente de alimentos no saludables.
Obviamente, el número de veces que comamos dependerá de nuestras circunstancias, nuestros horarios y estilo de vida, pero se recomienda que sean cinco comidas al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. Lo que comamos a media mañana y en la merienda será una especie de tentempié que engañará al cuerpo y acelerará el metabolismo. Elige alimentos saludables como un yogur, una barrita de cereales o palitos de zanahoria.
Dile no a tu parte saboteadora
Cuando estamos en una lucha con los hábitos de alimentación, todos tenemos una parte que intenta sabotearnos poniendo excusas para que comamos algo que no debemos. Puede ser que pensemos de manera inconsciente: ‘por un poquito no pasa nada’. Esta es una parte de nuestro cerebro que actúa en contra de nuestra conciencia, ¡aprende a decirle no! Esta es una de las partes más difíciles en la batalla por el peso, pero sin duda, una de las más importantes.
Nuestras decisiones deben ir en armonía con nuestros objetivos, pues es la única manera de que los alcancemos. Conciénciate de a dónde vas y lo que quieres lograr, y solo así tendrás la determinación de decir NO a tu parte saboteadora.
El ejercicio es crucial
Por muy bien que nos alimentemos, si tenemos un estilo de vida sedentario poco vamos a conseguir. Es posible que bajemos un poco de peso si hacemos una dieta hipocalórica, pero lo haremos de forma muy lenta y sin tonificar ni sentirnos mucho mejor por dentro.
El ejercicio nos sube la autoestima, el ánimo, nos hace estar mejor por dentro, y vernos mejor por fuera.
No es necesario ir al gym dos horas al día a machacarse, con que realices un ejercicio moderado durante media hora una media de tres o cuatro veces por semana, puede ser suficiente. No es tan complicado y verás mejores resultados. Puedes caminar, correr, hacer una clase de zumba, patinar, jugar al pilates o al tenis, o cualquier otro deporte que te guste. Tú eliges, pero ponte la meta, al menos media hora al día.
Ten horarios
Los horarios son cruciales para que influyan en nuestro ciclo circadiano y se acelere nuestro metabolismo. Incluso si tienes un horario de trabajo dispar, puedes hacer un planning en el que marcar las horas en las que vas a comer. Intenta que cada día sea a la misma, para que el cuerpo tenga una rutina y no se vuelva loco. De esta forma, todo funcionará como un reloj y poco a poco, conseguirás tu objetivo.
¡Cuidado con la compra!
Ir al super puede convertirse en una trampa si no vamos preparados. ¿A qué nos referimos? Lo primero es que nunca debes ir si tienes hambre. Es mejor que lo hagas después de comer, y mucho mejor si has comido hasta quedar satisfecho.
Por otro lado, no llevar una lista de la compra con lo que necesitamos puede hacer que compremos alimentos, normalmente dulces y calóricos que nos alejan de nuestro objetivo. ¿Cómo evitar esto? Haz un menú de lo que comerás cada semana. Incluye desayunos, tentempiés y meriendas. Mira lo que tienes en casa de lo que vas a necesitar y haz una lista con las cosas que te faltan. Cuando vayas al super, céntrate en la lista y en nada más. Haz un pacto con tus ojos a fin de conseguir tu meta.
¿Conoces el método del plato?
Si ya llevas tiempo intentando hacer dieta, seguramente habrás escuchado hablar del método del plato. Consiste en dividir el plato según los nutrientes que necesitamos. Es decir, medio plato debe ser de vegetales crudos y/o cocidos; un cuarto del plato de proteínas, y el otro cuarto de hidratos. Como postre puedes tomar una fruta o algún lácteo. Es un método lento pero seguro, sin carencias nutricionales y con buenos resultados.
Lo más importante para comenzar una dieta exitosa es ser constante, concentrarse en el objetivo y tomar todas las decisiones mirando hacia él. Si, además, sigues estos consejos que te hemos dado, ¡estamos seguros de que le ganarás la batalla a esos kilos de más!